«Lo que hace a los malos poetas más malos aún es que solo leen a poetas (así como los malos filósofos solo leen a filósofos), cuando sacarían gran provecho de un libro de botánica o de geología. Solo hay enriquecimiento cuando se frecuentan disciplinas alejadas de la propia. Es claro que esto únicamente es válido en los dominios donde el Yo hace estragos» — E. M. Cioran, Del inconveniente de haber nacido